Conclusiones clave

Los préstamos de día de pago son un tipo de préstamo a corto plazo en el que un prestamista otorgará un crédito con intereses altos en función de los ingresos y el perfil crediticio del prestatario.
Los prestamistas de día de pago atrapan a sus clientes en un ciclo interminable de deudas. Varios estudios han encontrado que es más probable que los prestamistas de día de pago se ubiquen en vecindarios con poblaciones hispanas y / o negras desproporcionadamente grandes.
La tasa de porcentaje anual en un préstamo de dos semanas podría ser superior al 400%.
La investigación muestra de manera abrumadora que los préstamos de día de pago atrapan a las personas y familias en deudas con el pretexto de brindar “acceso al crédito” y “opciones del consumidor”.
La Oficina de Protección Financiera del Consumidor o (CFP) se creó para protegernos de este tipo de préstamos predatorios, pero evidentemente no ha hecho un buen trabajo. Puede agradecer a la administración Trump por eso.
Los préstamos de día de pago son una trampa de deuda, simple y llanamente. Si usted está teniendo problemas para pagar sus cuentas, préstamos evite día de pago, y buscar alternativas, como préstamos de cooperativas de crédito (credit unions) o de amigos y familia

Sacarle dinero a las comunidades pobres y a las comunidades de color tiene un grave impacto en la economía. El dinero que podría ser mejor gastado en la creación de negocios locales o en la inversión en comunidades se dirige en su lugar a tasas interminables. Para las personas que se encuentran en situaciones desesperadas o de emergencia, un préstamo de día de pago puede parecerles un salvavidas. La realidad es que estos prestamistas atrapan a sus clientes en un ciclo interminable de deuda.

Varios estudios han encontrado que es más probable que los prestamistas de día de pago se ubiquen en vecindarios con poblaciones hispanas y / o negras desproporcionadamente grandes. El 75 por ciento de las tarifas cobradas por los prestamistas de día de pago provienen de prestatarios que han obtenido 10 préstamos o más al año. Además, más del 80 por ciento de los préstamos de día de pago se transfieren o renuevan en dos semanas.

¿Qué son los préstamos de día de pago?

Los préstamos de día de pago son un tipo de préstamo a corto plazo en el que un prestamista extenderá el crédito de alto interés basado en los ingresos y el perfil de crédito de un prestatario. El capital de un préstamo de día de pago puede ser una parte del próximo cheque de pago de un prestatario. Estos préstamos cobran altas tasas de interés por crédito inmediato a corto plazo. Básicamente, se trata de loan sharks o en español tiburones de préstamos a los que se les permite operar legalmente. Estos préstamos también son conocidos por nombres como préstamos de efectivo o préstamos de cheques.

Cómo están estructurados los préstamos de día de pago

Los préstamos de día de pago pueden hacer que los clientes se endeuden debido a sus altas tasas de interés y tarifas. Para pedir prestados $100, los consumidores pueden pagar $15 o $20 en intereses, lo que equivale a tasas porcentuales anuales de más del 300 por ciento. Aproximadamente 12 millones de estadounidenses obtienen préstamos de día de pago anualmente, acumulando hasta $9 mil millones en tarifas de préstamos. En 2014, la agencia CFPB (que repasaré lo que hacen más adelante en el episodio) descubrió que más del 80 por ciento de los préstamos de día de pago se transfieren o son seguidos por otro préstamo dentro de los 14 días, creando una “trampa de deuda” para personas vulnerables.
En comparación con una hipoteca, los préstamos de día de pago son bastante simples. Los solicitantes deben proporcionar a los prestamistas un estado de cuenta del banco y prueba de empleo, como un talón de pago, y después el prestamista puede verificar el puntaje de crédito del solicitante en Teletrack, lo cual es una oficina de crédito de los prestamistas del día de pago. Si el solicitante es aprobado, les escriben al prestamista un cheque personal posfechado (hasta el día de pago) y a cambio el prestamista le entrega efectivo a la persona.

Los préstamos oscilan entre $50 y $1,000, pero el préstamo típico es de $300. El préstamo se vence el día de pago del prestatario, aunque los prestatarios pueden (y muchos lo hacen) reinvertir los préstamos. Los prestamistas de día de pago generalmente cobran alrededor de $15 por cada $100 prestados. A ese precio, la tasa de porcentaje anual de un préstamo de dos semanas es 390 por ciento. Y sé lo que están pensando. Eso es casi un 400% de interés, ¿es eso legal? Sí, es bastante absurdo que lo sea y por qué? yo no entiendo, se han realizado investigaciones de vez en cuando que exponen las prácticas depredadoras y asquerosas que implementan estas agencias y, sin embargo, todavía es algo que los políticos debaten.

Préstamos de día de pago durante la pandemia

Durante la pandemia, los prestamistas de día de pago ven el caos y la crisis como una oportunidad de ganancias, porque eso es lo que hacen, se aprovechan de las personas que más necesitan dinero. En muchos estados, los prestamistas de día de pago estaban trabajando para ser declarados negocios esenciales para poder continuar aprovechando a las familias incluso cuando aumentaba la inseguridad financiera. Estos préstamos que atrapan a las personas en un ciclo de deudas nunca son esenciales y, en una crisis, aún hacen más daño.

Efectos en las comunidades de color

Para las comunidades de color, los daños de los préstamos de días de pago son profundos, exacerbando la persistente y creciente brecha de riqueza racial. Es mucho más probable que las tiendas del día de pago se ubiquen en comunidades de color, incluso cuando se controlan los ingresos. Los prestamistas de día de pago comercializan sus productos de manera rápida, fácil y a corto plazo. Pero la investigación muestra de manera abrumadora que los préstamos de día de pago atrapan a las personas y familias en deudas con el pretexto de brindar “acceso al crédito” y “opciones del consumidor”.

Cuatro de cada cinco préstamos de día de pago se obtienen para pagar un préstamo de día de pago existente que no es asequible, mientras que el prestatario está atrapado en una trampa de deuda de más de 300% de interés. Estos préstamos no representan un acceso significativo al crédito, sino un drenaje sistemático de los ingresos ganados con esfuerzo de los consumidores.

La familia estadounidense promedio aún tiene que recuperarse por completo de la Gran Recesión de 2008. Esto es más cierto para las familias de color y los estadounidenses mayores. Como resultado, muchos carecen de un respaldo financiero para manejar esta recesión. Al igual que en 2008, los trabajadores con salarios bajos y las comunidades de color serán los más afectados de manera desproporcionada por esta recesión económica. Es menos probable que tengan horas de enfermedad pagadas o seguro médico, menos probabilidades de trabajar de forma remota y más probabilidades de entrar en contacto directo con otras personas, ya que no tienen más remedio que seguir trabajando durante esta crisis. Esto los deja más vulnerables que nunca a los préstamos abusivos. Sin protecciones, los prestamistas de día de pago eliminarán la asistencia de ingresos de estímulo, las prestaciones del seguro de desempleo y la disminución de los salarios de estos trabajadores que ya están en dificultades.

La Oficina de Protección Financiera del Consumidor (CFPB)

Existe una agencia federal que se creó para protegernos de estas aves rapaces. Fue propuesto por primera vez en 2007 por Warren (cuando era profesora de derecho de la Universidad de Harvard) y aprobado como parte de la Ley Dodd-Frank de 2010 durante la administración de Obama en respuesta a la Gran Recesión de 2008.

En un discurso de 2015, el presidente Barack Obama propuso una nueva regla que la CFPB debía hacer cumplir para proteger mejor a los consumidores de “atascarse en … ciclos de deuda”. Advirtió a la industria que los medios que obtengan ganancias de esa manera tendrían que “encontrar un nuevo modelo de negocio”. La regla iba a empezar a ser efectiva en enero de 2018, pero fue retrasada por el entonces director interino de la CFPB, Mick Mulvaney , quien, como miembro de la Cámara Republicana de Carolina del Sur, tomó donaciones de campaña de la industria y trató de eliminar la agencia.. Y en diciembre pasado, la directora de CFPB, Kathy Kraninger, anunció que la regulación no entraría en vigor para “fomentar la competencia en la industria de préstamos de día de pago”.

Cuando la pandemia de coronavirus golpeó en marzo, envió ondas de choque en toda la economía. En medio de bloqueos y pedidos para quedarse en casa, miles de pequeñas empresas cerraron, mientras que las empresas más grandes despidieron a millones de trabajadores. La evidencia de la devastación económica pronto comenzó a aparecer en un pequeño pero importante rincón de la burocracia federal.

La Oficina de Protección Financiera del Consumidor (CFPB), que ha visto quejas de consumidores sobre cobradores de deudas excesivamente agresivos, informes crediticios inexactos y problemas hipotecarios aumentaron desde enero, llegando a más de 8,000 en mayo. La directora de la Oficina, Kathy Kraninger, que sin sorpresa alguna, fue elegida por Trump, “no ha hecho casi nada sustancial” con respecto a la pandemia. En lugar de implementar las protecciones originales el año pasado, la CFPB descartó cinco años de cuidadosa investigación.

Los liberales consideran que la misión principal de la agencia es proteger a los consumidores contra una industria financiera a veces codiciosa. Los conservadores dicen que la CFPB tiene demasiado poder y carece de responsabilidad, y que sus esfuerzos regulatorios en realidad perjudican a los consumidores al limitar su capacidad para obtener ayuda financiera (en mi opinión, este tipo de préstamos deberían ser limitados y las tasas de interés limitadas porque lo último que necesitan los consumidores es sacar uno de estos préstamos con una tasa de interés de más del 300% durante una pandemia que, como he mencionado, se dirige a las familias y minorías de bajos ingresos abriendo tiendas en su vecindario y aprovechando su situación para ahogarlas en más deudas a través de tasas de interés increíblemente altas y términos confusos).

Este debate se volvió aún más acalorado durante la administración de Trump. Bajo el liderazgo de Mick Mulvaney, un feroz crítico de la agencia, y luego de Kathy Kraninger, la CFPB en realidad redujo sus actividades, se detuvo en espera de los esfuerzos de aplicación y elaboración de reglas, y recortó su propio presupuesto.

¿Quieren saber qué hizo Kathy para proteger a los consumidores y las minorías durante la pandemia? Nada. En cambio, enfocó a la oficina del consumidor en debilitar las protecciones críticas del consumidor, relajar la aplicación contra las instituciones financieras y socavar la agencia desde adentro. Durante la pandemia, relajó los requisitos de una regla que regula los préstamos de día de pago en respuesta a las preocupaciones de la industria financiera. Hmm, pensé que esta agencia se llamaba la Oficina de protección financiera del CONSUMIDOR, no la OFICINA DE PROTECCIÓN DEL SECTOR FINANCIERO. La defensa de Kathy fue que la oficina está tratando de garantizar que los consumidores con poco efectivo todavía tengan acceso a préstamos de emergencia durante una recesión. Si ese fuera el caso, entonces ella no habría aflojado las regulaciones para estos usureros y, en su lugar, habría implementado un límite en sus préstamos con intereses de, diría, 30%, pero esa es solo mi opinión.

Respuesta de CFPB Covid

Lo único que hizo la CFPB fue crear sitios web y blogs que tienen material para leer sobre cómo evitar posibles estafas relacionadas con el virus y actividades de cobro de deudas, etc. Esto está bien y todos, excepto estos esfuerzos, en mi opinión, se han quedado cortos. Hay millones de trabajadores desempleados y millones de familias que luchan por pagar su hipoteca o la renta. La oficina debe asumir un papel de liderazgo para proteger a los consumidores de la mayor cantidad de daño económico posible en lugar de simplemente darnos algún material de lectura al que aquellos que realmente lo necesitan ni siquiera pueden acceder porque no tienen suficiente para pagar su cuenta de Internet.

Los defensores de los consumidores y otros esperan que la oficina se vuelva más agresiva con el presidente electo Joe Biden, quien se ha comprometido a responsabilizar a las instituciones financieras.

Conclusión

Ahora que estamos en medio de una crisis económica, millones de estadounidenses y especialmente inmigrantes y minorías son vulnerables a préstamos predatorios que empeorarán una situación terrible. Los préstamos de día de pago son una trampa de deuda, simple y llanamente. Si tienes problemas para pagar tus facturas, evita los préstamos de día de pago y busca alternativas, como préstamos de cooperativas de crédito (llamadas credit unions en inglés) o de amigos y familiares. Comuníquese con cada compañía o persona a la que le debe dinero y explíquele que necesita ayuda debido al coronavirus. Haciendo esto podría ayudarle a retrasar o reducir sus pagos mensuales, o evitar intereses y tarifas por retraso.

“Los consumidores merecen protección contra los préstamos de trampa de la deuda. La acción equivocada de la CFPB hace que sea aún más urgente que el Congreso apruebe inmediatamente la HR5050, que es un proyecto de ley bipartidista para limitar las tasas de interés de los préstamos predatorios al 36 por ciento “. Esto protege a los consumidores de resultados dañinos, como las tarifas de quiebras y sobregiros, durante tiempos económicos inciertos.

También protege contra tarifas injustas y evita que la actual crisis de salud pública lleve a los consumidores a un ciclo de endeudamiento a largo plazo. Todos los prestamistas, incluidas las instituciones de depósito, sólo deberían emitir préstamos suscritos y a un precio asequible a un interés anual no superior al 36% para préstamos pequeños y a tasas más bajas para préstamos más grandes.

Durante esta crisis financiera generalizada, los préstamos de alto costo, a corto plazo no deben considerarse “esenciales” ni parte de una respuesta de “emergencia” adecuada. Lejos de reemplazar la pérdida de ingresos, las trampas de deuda de alto costo enterraran a los consumidores en intereses y tarifas, lo que dificultará que los consumidores y la economía vuelvan a la normalidad.
El Congreso debe actuar para proteger a los consumidores y las pequeñas empresas de los préstamos predatorios de alto costo durante esta emergencia nacional, especialmente cuando están dirigidos específicamente a las minorías y los necesitados.

Déjame saber tus pensamientos en Instagram @latinamericaneo ¿Qué piensas del CFPB? ¿Crees que tienen demasiado poder?

Hechos

Los vecindarios afroamericanos tienen tres veces más tiendas per cápita que los vecindarios blancos. Esta disparidad aumenta a medida que aumenta la proporción de afroamericanos en un vecindario.
Los prestamistas de día de pago están enfocando su marketing en los jóvenes y aprovechando su uso de la tecnología para aumentar la probabilidad de que utilicen sus servicios.
67 por ciento de los latinos apoyan la regla propuesta por la Oficina de Protección Financiera del Consumidor para regular los préstamos de día de pago.
74 por ciento de los latinos dicen que aprobar una regulación adicional de la industria de préstamos de día de pago es importante para ellos.
A nivel nacional, hay más tiendas de préstamos de día de pago que las franquicias de McDonald ‘s o Starbucks.